Hoy parece un buen día para saltar. La tormenta ruge y el viento ha hecho a mi brújula delirar. El mundo se está encogiendo en este lugar al que siempre he apodado hogar. Donde antes veía adrenalina, ahora veo demasiada paz. La monotonía se apodera de mi entorno en busca de estabilidad. Demasiada agua para una llama que desea crecer más. No es momento de tocar suelo. El tiempo me ha hablado; ¿Si no es ahora cuándo?
Hoy parece un buen día para saltar. El mundo no necesita cambiar. Soy yo el que quiere abrir sus alas y expandir la llama un poco más. El río sigue su curso al mismo tiempo que el bosque proclama su libertad. El crepúsculo se tiñe de rojo y la Luna aleja su brillo para dejar paso a un nuevo día. Hoy mi cuerpo amanece en busca de alguna novedad. Un poco de viento que expanda mi llama hacia otro lugar.